Fuente: La Discusión
Proyectos de interés local por más de 10 mil millones de pesos están prácticamente congelados y paralizados en el Ministerio de Desarrollo Social, debido a la imposibilidad del municipio chillanejo por responder las numerosas observaciones presentadas por aquella entidad estatal, encargada de validar las iniciativas para que estas puedan buscar financiamiento.
A esa cifra se deben sumar cantidades elevadas de dinero que se encuentran igualmente retenidas, dado que las iniciativas que las sustentan no han podido desarrollarse por una serie de trabas internas que debe solucionar el municipio, entre los que se cuentan ciclovías por más de mil millones de pesos, dos puentes sobre el estero Las Toscas, el nuevo Pladeco, entre otras.
Detrás de aquello existirían una serie de problemas, tanto internos como externos. Personeros locales enumeran por un lado una deficiente gestión del municipio chillanejo, carencia de objetivos claros del gobierno comunal, rotación de profesionales en departamentos clave, a lo que se sumarían las diferencias políticas entre un municipio de derecha y el Gobierno de la Nueva Mayoría, que apuesta justamente a recuperar la comuna.
Desde un punto de vista técnico, el Ministerio de Desarrollo Social informó las falencias que registran proyectos presentados por la Municipalidad de Chillán, los que desde hace varios años buscan obtener la Recomendación Favorable (RS) antes de integrarse al banco de proyectos del Gobierno Regional y optar a fondos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, FNDR.
Proyectos “congelados”
En el “congelador” de la Seremi de Desarrollo Social existen proyectos tan relevantes como la construcción de la piscina temperada para la ciudad, la que fue prometida el año 2009 por el municipio, en forma paralela al estadio Atlético Quilamapu. Mientras éste ya está en uso, en el caso de aquella se suman observaciones de carácter técnico que impiden que avance, por lo que se encuentra en la fase de Falta de Información (FI) lo que deriva en que no se pueden solicitar los $2.046.704.000 que cuesta su construcción.
Otro proyecto, quizás el más emblemático de todos, es la reposición del Grupo Escolar, dañado tras el terremoto del 27F. Este aún no puede superar el filtro del ministerio, y para complicar aún más las cosas, el alcalde y el seremi del ramo se ha trabado en discusiones de orden político que empañan absolutamente el proceso.
Esta iniciativa, esperada por la comunidad escolar beneficiada, requiere de una inversión aproximada de $3.777.230.000, pero suma numerosas observaciones desde Desarrollo Social, algunas de las cuales parecen difíciles de resolver por el municipio.
Por otro lado, el gobierno comunal ha anunciado la construcción de un nuevo Cesfam para el sector oriente y tiene en carpeta la reposición del consultorio San Ramón Nonato. Para ambos casos solicita fondos para avanzar en los diseños que permitirán delinear sus características arquitectónicas, y sobre todo económica. Pero al igual que en los casos anteriores, la Seremi de Desarrollo Social ha expuesto numerosas sugerencia que no han sido resueltas.
Pugna entre autoridades
La tensión entre el alcalde Sergio Zarzar y el seremi de Desarrollo Social, Juan Quilodrán Rojas, comenzó luego de que éste señalara que financiar el edificio que reemplazará las ex escuelas Barros Arana y Javiera Carrera (Grupo Escolar) está entrampado por falta de matrícula, lo que complica su justificación y la rentabilidad social.
Quilodrán sostuvo que las conversaciones desarrolladas por el municipio dan cuenta de que para que el establecimiento pudiera ser reconstruido, deberían cerrar al menos nueve escuelas de los alrededores con el fin de generar la matrícula requerida.
El proyecto original costaba alrededor de $1.400 millones, pero actualmente la propuesta que están evaluando considera unos $3.777 millones.
El Ministerio de Desarrollo Social, que verifica que los proyectos sean rentables socialmente y los recursos estatales estén bien cautelados, ha planteado que un establecimiento de esas características necesitaría una matrícula elevada para poder ser aprobado técnicamente.
“El proyecto considera un edificio tremendo, de gran superficie, todo muy bonito y bien planificado, pero si no resuelven el tema de la demanda veo difícil que obtengan la recomendación técnica”, dijo el seremi en Chillán.
Tras ese impasse, el alcalde y el seremi volvieron a protagonizar un nuevo cruce de palabras respecto de otro proyecto en el “congelador”, como es la propuesta alcaldicia para cambiar las baldosas de todas las calles dentro de la cuatro avenidas de Chillán.
Sobre esta iniciativa Juan Quilodrán comentó que la propuesta ingresadas originalmente el 2013 se encontraría incompleta y las observaciones no habrían sido subsanadas por la corporación edilicia, agregando que “el equipo técnico del municipio y el alcalde de Chillán deben entender que para pedir recursos, primero el proyecto debe estar recomendado técnicamente”.
El alcalde Sergio Zarzar, frente a lo que consideró como una provocación política, planteó que existiría una marcada tendencia a dañar los intereses municipales, postergando “de manera artificial” planteamientos de la ciudad como consecuencia de las diferencias ideológicas que emergen en período de campaña electoral, como el presente.
Factor político
Dentro de las razones que se esgrimen para que existan proyectos que tengan una trayectoria inusitadamente extendida se cuenta el factor político actual, marcado por un gobierno comunal de derecha que no contaría con el apoyo del gobierno central, el que buscaría -según el razonamiento municipal- ahogarlo cortándole el flujo de dinero que necesita para ejecutar proyectos comunales.
En el municipio plantean que durante el Gobierno de Sebastián Piñera se habría sido mucho más benévolo con Zarzar, al entregarle recursos millonarios con el fin de levantar la figura del alcalde y asegurarle la reelección.
De esta manera existe una clave política que sugiere que en tiempos de un Gobierno de derecha se simplificarían los trámite para que la Municipalidad de Chillán concretara grandes proyectos. Para justificar esto, se exponen como ejemplos el financiamiento entregado por el ex intendente Víctor Lobos al Teatro Municipal, las intersecciones de las grandes avenidas o los trabajos en reconstrucción de los liceos emblemáticos de Chillán tras el terremoto.
El consejero regional de la UDI Gustavo Sanhueza suscribe esta tesis, que apunta a una suerte de confabulación, al indicar que la seremi de Desarrollo Social pretende extender los plazos de aprobación de los proyectos municipales de manera artificial, al plantear observaciones y objeciones que extienden los procesos.
Sanhueza agrega que “el seremi de Desarrollo Social interviene de manera política y no da las facilidades para que Chillán obtenga las recomendaciones técnicas para que sus proyectos obtengan finalmente recursos de entidades regionales o estatales”.
Sanhueza grafica su malestar con el seremi al plantear que “si quiere retrasar proyectos de la ciudad y del alcalde, es fácil plantear observaciones tras observaciones, unas tras otras de manera interminable. Las declaraciones del seremi dan cuenta de que hay temas políticos que tienen más importancia que los técnicos”.
Incapacidad técnica
El también consejero regional, Juan López Ferrada (PS), rechaza que detrás de los problemas que tienen los proyectos municipales exista un afán del Gobierno Regional por afectar el devenir de las iniciativas del municipio local, solo por el hecho de ser de Chile Vamos.
Agrega que muchos de los proyectos que el alcalde está desarrollando y en vías de ser inaugurados fueron aprobados y financiados por el Gobierno Regional en tiempos de la Concertación, mientras que el gobierno de Piñera no fue particularmente favorable con la ciudad.
Apunta que los puentes urbanos sobre el estero Las Toscas fueron aprobados el año 2007, y si su ejecución se concreta 10 años después es como consecuencia de la falta de capacidad técnica del ente encargado de planificar los proyectos.
Es más, agrega que fue durante el Gobierno de Piñera cuando el municipio chillanejo inició las gestiones para reponer el Grupo Escolar, no pudiendo responder las observaciones de profesionales del Ministerio de Desarrollo Social durante el gobierno de la Alianza.
Por ello recalca que “el gran problema de esta administración comunal es la incapacidad técnica de los profesionales de la Secretaría de Planificación Comunal (Secpla), quienes no han sido capaces de sacar adelante las iniciativas locales de desarrollo”.
Agrega que “como Gobierno Regional hace casi 10 años aprobamos los puentes urbanos y de ellos aún queda el de Yerbas Buenas, que no ha podido ser levantado única y exclusivamente por fallas en la unidad de planificación del municipio chillanejo”.
López Ferrada sostiene que “no puede ser que el año 2014 hayamos aprobado proyectos de ciclovías y hasta el día de hoy no haya un metro de esas vías construidas en la ciudad. Eso no se justifica por problemas de índole político, sino que por falencias técnicas de la municipalidad”.
Por otra parte el consejero regional Cristian Quiroz (MAS) sostiene que un factor clave es el permanente recambio de personal municipal de reparticiones clave, como el mismo Secpla. “La permanente rotación de cargos en el gobierno del alcalde Sergio Zarzar genera un ambiente de inestabilidad, que no es el más propicio para que puedan prosperar las iniciativas que se proponen”.
Tras la salida del Secpla de la ingeniero comercial Susana Baeza, llegó al municipio el arquitecto penquista Álvaro Mardones, quien jamás pudo conectarse con el equipo del departamento ni menos con concejales, a lo que se sumaron problemas personales que terminaron por alejarlo del alcalde y del cargo.
Quiroz agrega que la falta de un Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) igualmente influye, pues genera desconcierto y falta de certezas hacia dónde se dirige la ciudad. Sostiene que en la municipalidad existe un grave problema de “falta de liderazgo desde el alcalde, que permita identificar las prioridades de la ciudad”.
Grupo Escolar
La municipalidad necesita $3.777.230.000 para construir el edificio del Grupo Escolar. Pero hay más de 30 observaciones pendientes que lo tienen detenido.
Piscina
La entidad edilicia espera construir una piscina temperada por $2.046.7065.000, pero hay numerosas observaciones pendientes.
Aceras
El año 2013 la Municipalidad de Chillán ingresó un proyecto por $4.000 millones para reponer aceras dentro de las cuatro avenidas. Luego dividió el proyecto en dos etapas.
Plaza de Armas
Desde el 2014 se intenta que el Ministerio de Desarrollo Social destine $277 millones para el diseño de la plaza. Hay más de diez observaciones en curso no resueltas.