Fuente: La Discusión
Fue uno de los primeros en oficializar su candidatura a diputado, luego que la ley lo obligara a renunciar un año antes de las elecciones, a su cargo de consejero regional.
Cristian Quiroz Reyes, ex socialista, ex concejal y ex candidato a alcalde por Chillán, enfrentará las próximas parlamentarias como parte de la lista del partido PAÍS, “un instrumento político nuevo, en el que hemos convergido ex militantes progresistas de diversos partidos de izquierda y centro izquierda, además de independientes”, sostiene.
– ¿PAÍS participará del Frente Amplio?
– El tema de los pactos aún no está cerrado. Evidentemente aspiramos a una construcción colectiva, amplia, pero sustentada en ideas comunes, y no solo a un acuerdo electoral con calculadora en mano.
– ¿Es complejo el escenario, teniendo en cuenta que las listas deben tener al menos dos candidatos fuertes? O por el contrario, ¿Con el fin del binominal cree que tiene muchas más opciones?
– El término del binominal abre una oportunidad para que la gente de Ñuble, Yumbel y Cabrero pueda expresarse más allá de los dos bloques tradicionales, dando cuenta de los matices que coexisten en nuestra zona. Esto sin duda es un avance importante en la democracia, pero para que sea realmente útil, tiene que venir acompañado por mejores propuestas por parte de los candidatos y, especialmente, de una mayor participación ciudadana.
– ¿Qué ideas o proyectos espera llevar al Congreso, si es que es elegido?
– Aspiro a ejercer una diputación ciudadana. Esto significa que desarrollaremos con nuestro equipo una gestión abierta, con activa participación de la gente en la formulación de iniciativas legales, fiscalización y control ciudadano. Es fundamental impulsar iniciativas de impacto local y nacional en temas de descentralización, innovación, participación, derechos sociales y ambientales, sumándolas a materias impostergables como una nueva Constitución que dé respuesta y cabida al Chile de hoy y del futuro; o la reforma del sistema previsional. En Ñuble, Yumbel y Cabrero existe la percepción de falta de fuerza y de influencia real de los actuales diputados. No estamos en la agenda nacional y por eso somos postergados en múltiples temas.
Chillán en deuda
– ¿Cuál, a su juicio, debiese ser la cara del Chillán del futuro, pensando en que será capital regional?
– Chillán lleva décadas “al debe” por una ineficiente planificación. Ha crecido sin que sus habitantes tengamos demasiada incidencia en las decisiones que nos afectan a todos. Si bien nos sentimos orgullosos de nuestra historia y pasado, es necesario apostar por construcción de futuro. La comuna tiene todos los elementos para crecer óptimamente y ese estándar debe estar dado por la calidad de vida. Cuando vemos hoy problemas serios de acceso en el sector Parque Lantaño, Alonso de Ercilla, Los Puelches o camino a Coihueco, podemos constatar que es necesario un ordenamiento territorial. El crecimiento urbano debe ser planificado y regulado, no puede estar determinado libremente por los intereses del mercado inmobiliario, como se ha visto en muchos casos. El costo para las personas y familias es muy alto. Necesitamos instituciones descentralizadas y con más competencias, esto a nivel municipal, y ojalá prontamente con un Gobierno Regional de Ñuble, con un intendente elegido por voto popular y con las atribuciones para gestionar y no tener esa dependencia tan ineficiente que hoy tenemos, por ejemplo en materia de transporte, en que un plan maestro tecnócrata, diseñado en Concepción, sin participación local, sigue afectando los desplazamientos día a día en Chillán.
– ¿Apoyaría en una segunda vuelta a Alejandro Guillier?
– Siempre me he situado en la izquierda y la centro izquierda, lugar que para Ñuble, desde la década de los 90, no ha tenido representación en la Cámara de Diputados. Ahora bien, creo que la clasificación dicotómica izquierda/derecha le queda un poco pequeña a la sociedad chilena de hoy. Nos movemos más bien en términos de descentralización versus centralismo, respeto medioambiental versus crecimiento a ultranza, defensa de privilegios de pocos versus defensa de las mayorías, etc., y en ese contexto, ante una eventual segunda vuelta presidencial, votaré y apoyaré al candidato o candidata que no encarne la pérdida de derechos sociales que ha costado tanto conquistar. Sería fatal entregar otra vez el destino de Chile a Piñera, que ha dicho que no es partidario de la gratuidad universal de la educación, y que en materia previsional está por las AFP y aumentar la edad laboral. Debemos ser capaces de promover la unidad en la acción y en los propósitos de todos los sectores progresistas.
En una frase…
Partido Socialista: espero que pueda volver a ser la casa de la izquierda chilena.
Nueva Mayoría: una alianza cuyas contradicciones la superaron.
Alcaldía de Chillán: en deuda con un proyecto de ciudad pensado en la futura capital regional de Ñuble.
Sistema de Pensiones: público, tripartito, solidario y que el objetivo sean las pensiones y no las utilidades de las administradoras.
Gratuidad universal: un derecho en la educación.
Carabineros: espero cambios efectivos y que honren la confianza depositada por la comunidad.
Frente Amplio: hasta ahora no muy amplio.
Listas de espera en salud: deuda indignante y urgente.
Drones para seguridad: más efectistas que efectivos.
Legalización de la marihuana: disponible para una discusión amplia y profunda.