Fuente: El Itihue
En el Día Mundial del Medioambiente, los chillanejos ven con preocupación cómo la ciudad colapsa por los altos índices de polución del aire durante el período de otoño-invierno. De ahí, la necesidad de aterrizar la reflexión sobre la urgente modificación del Plan de Descontaminación Ambiental para Chillán y Chillán Viejo, y la aplicación de nuevas medidas que contribuyan en forma efectiva a la solución de esta problemática.
Para el presidente nacional del partido PAIS y candidato a diputado, Cristian Quiroz Reyes, se hace necesario que las autoridades asuman los errores estructurales del PDA, partiendo por la reformulación del diagnóstico, cuyos datos climáticos y geográficos fueron recogidos de las ciudades de Temuco y Los Ángeles, y extrapolados a un plan que no ha sido operativo para Chillán y Chillán Viejo.
“El efecto de la aplicación del PDA ha sido nulo porque no han disminuido los niveles de contaminación en la intercomuna. La estación de monitoreo de Purén detalla que un 29% de las horas de los últimos 30 días han estado con niveles superiores al permitido para material particulado, lo que nos ha llevado a registrar varios días de emergencias y preemergencias, faltando aún dos semanas para el inicio oficial del invierno”.
A juicio de Cristian Quiroz, lamentablemente no hemos atacado el fondo del problema, que tiene que ver con las alternativas para la calefacción de los hogares a un costo igual o menor que la combustión a leña. Al respecto, señala que “se hace imperioso que el Estado aplique una política subsidiaria para otras fuentes de calefacción como la parafina, la electricidad y el gas natural licuado, que es un sistema limpio y no contaminante para los hogares de Chillán y Chillán Viejo. Esta última alternativa es un camino viable si el ejecutivo permite a ENAP la venta de este combustible desde la planta de regasificación que tiene en Pemuco, porque los costos disminuirían considerablemente en comparación al que actualmente llega a nuestra zona proveniente de Argentina”.
Por otra parte, indica que es inhumano castigar a la gente por la búsqueda de formas de calefacción al alcance del bolsillo familiar. Si bien, hemos hecho esfuerzos para certificar centros de acopio en Chillán y Chillán Viejo, se trata de un negocio que paga impuestos y tiene trabajadores cotizando, por lo que difícilmente pueden competir con los valores de venta de la leña que se consiguen en el mercado informal.
“El subsidio al recambio de calefactores es una buena idea, pero claramente insuficiente para la densidad habitacional de nuestra intercomuna. Como medida es solo una gota en el mar. El Estado debe promover el uso de leña certificada, a través de planes de manejo y subsidio público, pues la prohibición absoluta de leña hoy castiga a los hogares más pobres y de clase media que no tienen otra opción para calefaccionarse en este período de bajas temperatura, y afecta también el empleo de recolectores y campesinos de montaña”, señala.
Finalmente, insistió en la necesidad de financiamiento público para la instalación de un centro de secado solar de leña, equivalente al modelo pionero que funciona en la ciudad de Osorno, indicando que se trata de un diseño innovador aplicable a nuestra cultura local, de rápido retorno en su inversión económica, que permitiría un cambio sustancial a mediano plazo dado que la leña seca contamina cuatro veces menos que la húmeda.
