Fuente: La Discusión
El Consejo Regional del Bío Bío (CORE) aprobó por una contundente mayoría (24 votos) un informe de la Comisión de Medio Ambiente del organismo con un pronunciamiento desfavorable para el proyecto termoeléctrico Central El Campesino, que la empresa Biobiogenera pretende instalar en Bulnes.
El consejero por Ñuble, Cristian Quiroz (MAS), informó que el CORE emitió este pronunciamiento desfavorable a solicitud del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), en el marco del proceso de evaluación ambiental de la iniciativa, que ingresó su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en noviembre de 2014.
El proyecto se encuentra en su etapa final de evaluación ambiental y considera una inversión de 804 millones de dólares ($555 mil millones aproximadamente), para instalar una central de ciclo combinado con una potencia de generación de 640MW en base a gas natural.
Según el consejero, hubo 24 votos de respaldo al informe desfavorable, uno en contra y dos abstenciones.
En diciembre del año pasado, no obstante, el CORE ya había emitido un informe desfavorable por El Campesino. En tanto, en los próximos días deberá pronunciarse sobre el proyecto Tierra Noble, en Cabrero.
Vocación agrícola
Según la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, el SEA solicitó al CORE que emita un informe fundado sobre dos aspectos: la compatibilidad territorial del proyecto en cuestión considerando los usos de suelo definidos en los instrumentos de planificación territorial vigente; y si el proyecto se relaciona desde el punto de vista ambiental con políticas, planes y programas de desarrollo regional.
En ese sentido, Quiroz manifestó que “la visión mayoritaria es clara, ese tipo de proyectos no son compatibles con la nueva estrategia regional de desarrollo, en donde privilegiamos el uso de energías limpias, renovables y no convencionales. Esta incompatibilidad cobra más sentido al pretender la instalación de la planta en zonas agrícolas, como lo son Bulnes y Pemuco (en referencia a la central termoeléctrica Las Arcillas, que proyecta la empresa E-CL y que aún no presenta su EIA)”.
En ese sentido, el core sostuvo que “apostamos por la preservación del medio ambiente, pero además, por el fortalecimiento de la producción agrícola como elemento central de la economía e identidad de Ñuble”.
Esta visión es congruente, además, con la expresada por agricultores y dirigentes agrícolas, quienes han advertido un eventual impacto negativo de la operación de una central de este tipo en una zona con vocación agrícola.
Gustavo Sanhueza (UDI), consejero por Ñuble, también defendió la postura mayoritaria, planteando que “nosotros, como ñublensinos, tenemos que proteger nuestro espacio agrícola, y que no lleguen industrias que en el mediano y largo plazo tendrán costos muy altos para la zona”.
No es vinculante
El pronunciamiento, sin embargo, no es vinculante, y solo es un insumo más dentro del proceso de evaluación ambiental, donde intervienen diversos organismos.
“Lamentablemente, no es la última palabra”, comentó Quiroz.
Y es que quienes finalmente votan son los miembros de la Comisión de Evaluación Ambiental regional -sucesora de la Corema-, presidida por el intendente e integrada por los seremis de Medio Ambiente, Salud, Energía, Economía, Obras Públicas, Vivienda, Agricultura, Transportes, Minería y de Planificación, además del director regional del SEA, quien actúa como secretario.
La seremi de Energía, Carola Venegas, afirmó que la votación corresponde a un pronunciamiento de un organismo del Estado en el marco de muchos informes y etapas que se deben cumplir en este proceso.
Precisó que la votación del CORE no es vinculante, es decir, que no significa que el proyecto se vaya a rechazar en el SEA. Incluso, añadió, el CORE no tiene derecho a voto en la decisión final del SEA, a la hora de otorgar la resolución de calificación ambiental.
Venegas hizo hincapié en que la evaluación ambiental supone numerosas consultas a organismos técnicos, así como también etapas de consulta ciudadana, donde se realizan observaciones al proyecto, que la empresa responde.
Por su parte, la empresa Biobiogenera, titular del proyecto, declinó referirse a la votación en cuestión.