Fuente: La Discusión
En 2016, la Provincia de Ñuble concentró 22.464 millones de pesos, apenas el 20,5% del presupuesto de inversión de la Región del Bío Bío que administra el Consejo Regional con recursos FNDR, pese a que su población (483 mil habitantes) representa el 22,8% del total regional. Sin embargo, se espera que a partir de 2019 esta situación cambie y los montos se incrementen. Conviene aclarar que se trata solo de los recursos destinados a inversión y que provienen del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), lo que excluye el presupuesto para gastos corrientes o de operación, así como tampoco incluye los respectivos presupuestos sectoriales, que son administrados por los respectivos ministerios y servicios públicos de manera centralizada.
El ex consejero regional, Gustavo Sanhueza, planteó que se debe luchar por obtener un presupuesto superior al 25% de lo que recibe la Región del Bío Bío actualmente, e incluso más, y eso sin considerar el presupuesto destinado a la instalación o los gastos corrientes de las nuevas reparticiones, así como tampoco los respectivos presupuestos sectoriales.
De igual manera, el ex consejero regional Cristian Quiroz, quien prefirió no señalar números, advirtió que es clave trabajar de aquí hasta fines de 2018 en la elaboración de “una carta de navegación con un diagnóstico actualizado de las necesidades y una definición de una cartera de proyectos priorizada para visarla, y determinar cuánto es lo que requiere la Región de Ñuble, por un lado para proyectos de inversión, y por otro lado, los gastos de operación. Pero aquí creo que lo más importante es establecer una ambiciosa, pero al mismo tiempo, urgente cartera de proyectos para los servicios públicos y las 21 municipalidades. Lo que no puede pasar es que en 2019, en pleno régimen, con el primer FNDR anual para Ñuble, no tengamos proyectos que financiar, es decir, tener recursos, tener problemas, tener deficiencias, pero no tener proyectos, sería bastante penoso, por tanto creo que hoy urge establecer además, un apoyo técnico para los municipios y para los servicios públicos, para avanzar en la definición de esta cartera, pensando a dos años, porque dos años demora el proceso desde que el proyecto es formulado, priorizado, evaluado técnicamente, para que esté en condiciones de ser financiado en 2019”.
Y es que mientras el presupuesto de Ñuble para el 2018 será presentado en las próximas semanas por el Consejo Regional de Bío Bío, en septiembre de 2018, cuando asuma el primer intendente de Ñuble y su Consejo Regional, ellos debieran presentar la propuesta de presupuesto de inversión regional para 2019 que debe aprobar la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. “El presupuesto que se solicite en 2018 para 2019 lo va a sellar la Región de Ñuble, con su Gobierno Regional, vale decir, con sus consejeros y el intendente que esté designado. Ahora, va a ser necesario el apoyo técnico por parte del Gobierno Regional del Bío Bío en ese proceso, tanto en la formulación del presupuesto del FNDR del Gobierno Regional, pero de manera muy especial también, para la elaboración del ARI, que es el Anteproyecto Regional de Inversiones, que es el resto de la inversión pública, no solamente la del Gobierno Regional, sino que de los servicios nacionales, pero que son focalizados en la Región de Ñuble, como Obras Públicas, Agricultura, Educación, Salud, etcétera, porque eso también forma parte del presupuesto de la Región”, afirmó Quiroz.
De esta forma, para el 2018, de mantenerse la tendencia de distribución que se viene observando, Ñuble no registrará mayor variación en el monto de los recursos para inversión vía FNDR. Desde el Gobierno Regional sostienen que la baja participación relativa de Ñuble en el total asignado a la Región del Bío Bío obedece principalmente a un problema de gestión de parte de los municipios, que no cuentan con un número suficiente de proyectos bien formulados que hayan sorteado las distintas etapas de aprobación técnica, económica y social, previas a la obtención del financiamiento. Según manifestó el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, “tenemos que empezar a dividir los presupuestos, tanto los de operación como inversión, los relativos al presupuesto regional, y constituir el Consejo Regional, que por ahora la ley establece que van a ser los consejeros regionales que hoy representan a Ñuble, hasta que se realice la próxima elección”.
Aumentar los montos: El ejemplo de Los Ríos
La apuesta de Ñuble será obtener un presupuesto mucho mayor a los recursos que tradicionalmente se han destinado a proyectos en la zona. Así lo plantearon Sanhueza y Quiroz y esa es también la visión de líderes locales, e incluso, del propio intendente Rodrigo Díaz.
“Evidentemente, el monto debe ser más alto -afirmó Quiroz-, los gastos operativos van a ser más altos y particularmente en el inicio de la región yo estimo que va a haber una alta demanda de iniciativas, porque en los primeros cinco años es clave mostrar proyectos emblemáticos y solucionar problemas crónicos, de tal suerte de legitimar también la posición de los ñublensinos respecto a ser región, se tiene que notar la diferencia con el presupuesto anterior, por tanto, yo insisto que más que hablar de cifras, se debe hablar de proyectos y esos poder valorizarlos y decir esto es lo que requiere la Región de Ñuble”.
En esa misma línea, el ex consejero regional planteó que al inicio la Región de Ñuble va a requerir un tratamiento especial por parte de Hacienda. “La Dirección de Presupuestos se rige por una disciplina que lo único que la puede incentivar son buenos proyectos, correctamente formulados y que respondan a diagnósticos adecuados, finos, y por eso que es tan importante el fortalecimiento e instalación de equipos técnicos y no solo políticos en esta etapa”. En el caso de la Región de los Ríos, cuya instalación se materializó en 2007, su primer presupuesto regional vía FNDR fue el de 2008 y alcanzó a $14.500 millones, pero se incrementó a más de $25 mil millones con las provisiones del FNDR pendientes.
Asimismo, gracias a la alta eficiencia en la ejecución presupuestaria de Valdivia en estos años, ha logrado ir incrementando aceleradamente su presupuesto de decisión regional, para llegar en 2016 a los $51.572 millones efectivamente ejecutados. De hecho, tanto en 2014, como en 2015 y 2016, el Gobierno Regional de Los Ríos alcanzó el 100% de ejecución presupuestaria.
Para 2017, en tanto, el Consejo Regional de Los Ríos aprobó una cartera de proyectos por $79 mil millones, aunque la Ley de Presupuesto de la Nación aprobada por el Congreso estableció un marco inicial para inversión superior a los $43.900 millones, monto que durante el año, y de acuerdo con la ejecución y otros parámetros, esperan elevar a cerca de $53 mil millones. El caso de Los Ríos debe ser analizado con atención desde Ñuble, debido a las similitudes de ambas regiones, tanto por su proceso de creación, como por su tamaño poblacional (404 mil habitantes).
Proyectos de arrastre
Uno de los principales problemas que debió enfrentar el recién creado Gobierno Regional de Los Ríos, en 2008, fue el alto nivel de compromisos de arrastre, al existir una cartera priorizada por la Región de Los Lagos que superaba los $3.000 millones del presupuesto regional, con una muy baja ejecución presupuestaria. “Esta restricción, sin duda, nos impidió generar un marco más importante de inversiones nuevas, pero asumimos la responsabilidad de reprogramar y normalizar nuestra cartera de proyectos, en atención a las prioridades del conjunto de las comunas de la región y poder así garantizar una eficiente ejecución presupuestaria; generando además, una adecuada compensación territorial en la distribución de los recursos”, expresó en ese entonces el intendente de la época, Iván Flores.
Consultado sobre la situación a la que se enfrentará Ñuble, Gustavo Sanhueza comentó que al interior del CORE se comenzaron a priorizar proyectos que estuvieran alineados con los objetivos propuestos para Ñuble en la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD) de Bío Bío, de manera que exista cierta continuidad en la priorización de proyectos. En cuanto a los convenios de programación que pudieran establecer el futuro GORE de Ñuble con los distintos ministerios, como una forma de multiplicar la inversión -como ha ocurrido con proyectos de vialidad, riego, agricultura, salud, educación, entre otros-, Sanhueza expresó que en la práctica eso no constituye un aumento real, ya que el incremento de los aportes sectoriales obedece a una lógica distinta, y la diferencia es como se distribuyen esos recursos.
Equidad territorial
Uno de los valores más defendidos en la discusión de la creación de la Región de Ñuble fue el de la equidad territorial, como una respuesta al centralismo intrarregional, donde existe consenso entre autoridades políticas respecto de la oportunidad que tiene Ñuble de favorecer una distribución más equitativa de los recursos. “Soy un convencido que el FNDR surge como un instrumento de compensación territorial, y en la práctica esta visión centralista de la gestión lo ha desvirtuado”, afirmó Quiroz, quien explicó que “por eso ha ocurrido que buena parte de estos recursos se han destinado a proyectos emblemáticos que se concentran en las capitales regionales”.
El excore sostuvo que “en Ñuble tenemos la oportunidad, con este nuevo modelo de traspaso de competencias a los gobiernos regionales, de formular proyectos que efectivamente consideren, por un lado, los elementos de vulnerabilidad del territorio, de compensación territorial, y que los proyectos emblemáticos no se centren solo en Chillán”. Bajo esa lógica, las áreas en las cuales se puede responder de manera más equitativa a las demandas de los territorios son, a juicio de Quiroz, “agua potable, conectividad, acceso a la salud, calidad de vida y electrificación, que son elementos clave hoy en Ñuble y que muestran importantes diferencias. Y cuando hablo de conectividad no me refiero solo a pavimentación de caminos, sino que también a transporte público y al transporte de materias primas para el modelo exportador, que son elementos que inciden en el empleo, en el ingreso per cápita y en la calidad de vida”.
Una mirada similar expresó Sanhueza, quien hizo hincapié en la importancia de compatibilizar necesidades urgentes de las comunas, como los proyectos de agua potable o de caminos rurales, que son defendidos por los alcaldes, con una mirada a largo plazo, asociada a proyectos emblemáticos, que permita ir configurando una infraestructura para la competitividad, como rutas que unan comunas o permitan hacer más eficiente el transporte de la carga con destino a la exportación, que pudiera ser una visión defendida por el seremi.