Cristian Quiroz & Rodolfo Disi, publicado en El Mostrador. 17 de julio 2022
La discusión y trabajo de la Convención Constitucional llegó a su fase final ya que este 4 de julio se entregó el borrador de la nueva Constitución, y en dos meses más (4 de septiembre) se realizará el plebiscito de salida. En el conjunto de artículos ya aprobados por el órgano constituyente, se encuentran los relativos a la instauración de un Estado Regional, con regiones autónomas, comunas autónomas y autonomías territoriales indígenas, las que estarán dotadas de autonomía política, administrativa y financiera para la realización de sus fines e intereses.
Este importante paso en materia de descentralización sustantiva y de empoderamiento territorial, demanda comunidades informadas para una participación activa e incidente. De lo contrario, sin presencia colaborativa de las personas y sociedades locales, se tratará sólo de un aparataje administrativo más cercano geográficamente, pero igual de distante en la pertinencia de la gestión y de la legitimidad de las decisiones.
En este contexto, creemos que un elemento importante tiene que ver con el conocimiento e involucramiento de la ciudadanía en la gestión de planes y programas comunales y regionales. Así por ejemplo la Encuesta Araucanía Opina, desarrollada por la Universidad Católica de Temuco, determinó que el 26,5% de las personas en la Provincia de Cautín declara conocer el Plan de Desarrollo de su comuna (PLADECO), instrumento clave y que supone la participación comunitaria en su elaboración. En tanto refieren que la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD), es conocida por sólo por el 11,8% de las y los encuestados, documento que tenía un horizonte al año 2022 y que por tanto se debe elaborar una nueva carta de navegación para La Araucanía. Vale destacar que la población mapuche tiene un nivel de conocimiento más alto de la mayoría de estas estrategias respecto a los encuestados no mapuche, mientras que el conocimiento es más bajo entre los habitantes de la conurbación Temuco-Padre Las Casas. Entre quienes señalan conocer estos planes, la mejor nota promedio fue asignada a los PLADECOS, seguida por el Plan de Descontaminación, el Plan Impulso y finalmente la ERD; no obstante, ninguno superó una nota 5, en escala de 1 a 7. La valoración suele ser más positiva entre los encuestados mapuche para la mayoría de los planes, a la vez que la población del área metropolitana de Temuco tiene una valoración más positiva de los PLADECOS respecto a quienes habitan otras comunas.
Este punto, si bien puede estar condicionado por los recursos para su formulación participativa, también obedece a una opción política de fomentar o no mayores espacios de participación sustantiva. Si a los recursos de Subdere y de los propios Gobiernos Regionales se sumara un compromiso metodológico para optar por la integración de la ciudadanía, sin duda estos instrumentos contarían con mayor conocimiento, pertinencia y valoración por parte de las y los destinatarios de estas estrategias y planes.
Entonces, el desconocimiento y mala evaluación de los diferentes planes comunales y de la estrategia regional de desarrollo, que se concluye en esta encuesta, pueden constituir un desafío para los municipios, quienes deberán lograr que este tipo de herramientas sean un efectivo mecanismo de planificación, gestión y participación ciudadana para su seguimiento y control y, por otra parte, una oportunidad para los nuevos gobiernos regionales y su posicionamiento, entendiendo a ambas instituciones e instrumentos como claves y necesarios para responder a una gestión pública en donde el rol subnacional es clave e insustituible, particularmente en La Araucanía, que pese a ser la región más pobre de Chile, cuenta con una riqueza intercultural que puede ser clave para un mejor desarrollo.